Preparación:
La preparación comienza con el lavado de las tripas, el que debe efectuarse en un chorro o donde se encuentre agua corriente, por fuera y por dentro, volteándolas y refregándolas con jugo de limón o naranja agria y con hojas de guayabo hasta que no les quede ningún olor. Enjuague nuevamente. Ensaye que no se encuentre rota, haciendo la prueba llenándolas de agua. Mezcle todos los ingredientes con la sangre formando un relleno uniforme y bien revuelto. Una vez lista esta preparación empiece a embutir. En donde previamente amarre una punta y estando llena la tripa amarre la otra punta y póngalas a cocinar en agua hirviendo con sal, en olla destapada por una hora. Chúcelas con espina de naranjo, sino sale sangre es señal de que están listas. Sáquelas del agua y cuélguelas para secar, preferiblemente sobre un fogón de leña.
Fríalas en manteca de cerdo para servir y luego córtelas en porciones pequeñas. Acompáñelas con ají, yuca cocinada o frita, papa salada o patacón.
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